La escritura, un ejercicio para burlar la muerte
POR MARÍA OVELAR
Jean Paul Sartre describía a los libros como seres vivos en Las palabras (1963), la novela en la que narra su infancia y adolescencia, y su pasión por la literatura. Algo de eso tiene El sótano de Begoña Huertas (Gijón, 1965). Resulta extraño leer esta poderosa nouvelle en primera persona sobre lo que le sucede a la identidad cuando enfermamos, sabiendo que su autora, que padeció cáncer, murió el pasado noviembre…
Jean Paul Sartre describía a los libros como seres vivos en Las palabras (1963), la novela en la que narra su infancia y adolescencia, y su pasión por la literatura. Algo de eso tiene El sótano de Begoña Huertas (Gijón, 1965). Resulta extraño leer esta poderosa nouvelle en primera persona sobre lo que le sucede a la identidad cuando enfermamos, sabiendo que su autora, que padeció cáncer, murió el pasado noviembre…