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Cien años de La vorágine. Sobre la inquietante actualidad de la novela de José Eustasio Rivera y de por qué seguimos (y seguiremos) leyéndola.

«Emilse se internó con entusiasmo en la boscosidad modernista de su páginas porque la historia refería un pasado y una geografía que ya conocía: la selva del Vaupés, el territorio donde sus ancestros y ella misma habían nacido, junto a la frontera con Brasil, donde los cubeos, una de las 62 naciones originarias que habitan la Amazonía colombiana, viven desde hace generaciones»

POR JOSEPH ZÁRATE
Cuando Emilse Triana piensa en La vorágine recuerda, sobre todo, las cicatrices en la espalda de su abuelo. Por esos días, ella era una adolescente…

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Diario de un canalla, Burdeos 1972, de Mario Levrero: amor y apuntes de la primera persona guardados en la nevera.

«Me interesan libros de algunos autores como Mercedes Halfon o Luis Chaves, en los que se plantea un pequeño viaje por un mapa geográfico familiar y en el que la ausencia, los vínculos afectivos, la música, los acentos y hasta lo político se mezclan conformando un único escenario posible: nuestra vida. Obras de autores claramente influenciados por la vertiente levreriana más íntima, por estos libros canallas que deslumbran y cuyos destellos se escapan antes de que podamos atraparlos, como los objetos perdidos que se esconden en antiguos galeones piratas en el fondo del mar»

POR JUAN DOMINGO AGUILAR
«Esto no es una novela, carajo. Me estoy jugando la vida» escribe Mario Levrero en la página veinticinco de Diario de un canalla, una oración que resuena…

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Los días y los trabajos (o el diario de Raúl Ruiz)

«El diario de Ruiz, casi como todo diario que se precie, tenía un aura de leyenda. Cuando aún estaba vivo, varias veces contó que lo estaba escribiendo, pero con él era difícil tomarse las cosas de un modo literal. Tal como con el diario de Ricardo Piglia o con el de José Donoso, el misterio –o la latencia– en torno a su escritura era parte fundamental de la misma. Un dietarista será siempre un infiltrado de la literatura en la vida. Un espía dispuesto a cobrar venganza en un futuro, sin ningún apuro, cuando ya no quede nadie para contradecirlo. Escribir un diario es jugar con el tiempo y la memoria. A fin de cuentas, lo único que tenemos»

POR GONZALO MAIER
El libro interminable debe ser mi género favorito. Su taxonomía es caprichosa y no apunta necesariamente a los libros gordos o divididos en varios tomos…

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La sinrazón, de Rosa Chacel: pensamiento encarnado

«Dice usted en su carta algo sumamente acertado: la tristeza de llevar tantos años ignorada de ustedes –de tres generaciones, por lo menos– solo puede ser compensada considerando el silencio que se ha hecho sobre mí como un honor. Sí, eso es muy cierto, pero ya tengo bastante de ese honor: ahora quiero que me conozcan. Quiero, sobre todo, que me escuchen, y eso es lo que me complace y me conmueve de su carta: usted se ha dado cuenta de que en mi obra puede haber un camino»

Por Azahara Alonso
En el mes de septiembre de 1965, una carta salió de Barcelona y cruzó el océano Atlántico hasta llegar a las señas postales de Rosa Chacel en Río de Janeiro. La carta la firmaba una jovencísima…

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El Cortázar más juguetón. Los almanaques del Cronopio

«Esos libros quizás sean los más puramente cortazianos, en el sentido de que lo que predomina en ellos son los encuentros más o menos casuales (que, como sabían el André Breton que encuentra a Nadja y el propio Oliveira en su búsqueda de la Maga en Rayuela son “lo menos casual de nuestras vidas”), y la perpetua voluntad de transformación (como ocurre también en Paul Auster, otro maestro del azar)»

Por Manuel Rodríguez Rivero
Hubo un tiempo literariamente esplendoroso –años sesenta y setenta del siglo pasado– en que un puñado de novelistas latinoamericanos pareció poner todo su empeño…

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La escritura parricida de Fogwill en Help a él: sexo, drogas y deconstrucción

«Desde su irrupción en el panorama literario argentino, Fogwill se arrogó el papel de escritor maldito y se propuso subvertir el canon de la literatura argentina en el que Borges era el padre, la ley. Help a él, al reescribir El Aleph, incorpora todas estas tensiones con el canon, la autoridad y la (omni)presencia borgeana»

Por Diego Sánchez Aguilar
Nada más apropiado que el nombre de esta sección («Segunda vuelta») para hablar de Help a él, la nouvelle que Rodolfo Fogwill publicó por primera vez en el año 1982…

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El cuento de nunca acabar, el ensayo de la vida de Carmen Martín Gaite

«Pero más que una metáfora, una analogía domina el libro: habla de contar/escuchar sin perder de vista la infancia, periodo en que se escucha sin prejuicio, sin temor a mostrar disgusto, impaciencia o emoción. Lo que Martín Gaite quiere decirnos es que contar una historia es un juego, ha de tomarse con esa seriedad con que se juega, y además, el acto de contar, idealmente, ha de devolvernos a ese estado de fascinación con que se escuchan historias cuando se es niño, antes de la llegada de la “jerga Gutenberg”»

Por Aloma Rodríguez
«Todas las metáforas de que vengo echando mano desde el principio indican que este cuento no lo concibo como un libro…

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Teresa de la Parra, reina de la confusión

«La rebeldía de María Eugenia ante las soporíferas y crueles limitaciones que la sociedad patriarcal imponía a las mujeres provocaron una reacción conservadora entre diversos críticos que detectaron en ese libro una fuerza incendiaria que iba mucho más allá de la aparente inocuidad de su subtítulo: “Diario de una señorita que escribió porque se fastidiaba”»

Por Rodrigo Blanco Calderón
Cuando se habla de las virtudes de un personaje literario se suele decir que es «completo» o «redondo»…

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La involuntariedad de la ficción

«Tanto el título del libro como el subtítulo que lo completa, Tratado imaginario, esconden una declaración de intenciones que se evidencia en las primeras páginas y que no pudo pasar inadvertida para quienes ya estaban iniciados en los postulados de su autor»

Por Miguel Barrero
No gozan de excesiva reputación los libros escritos por encargo, considerados casi siempre…

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Un realismo diferente

«No fue amiga Pardo Bazán de las etiquetas. Decía: “Todo el que lea mis ensayos críticos comprenderá que ni soy idealista ni realista ni naturalista, sino ecléctica. Mi cerebro es redondo, y debo a Dios la suerte de poder recrearme con todo lo bueno y bello de todas épocas y estilos”»

Por Pilar Adón
«Era noche cerrada, sin luna, cuando desembocaron en el soto, tras del cual se elevaba la ancha mole de los Pazos de Ulloa…