Andrea Genovart
Consumir preferentemente
Anagrama
200 páginas
POR LILIANA MUÑOZ

Consumir preferentemente, el debut novelístico de Andrea Genovart (Barcelona, 1993), plantea desde el inicio un doble desafío: por un lado, ser una crítica generacional –a la sociedad de consumo, a las relaciones efímeras, a la precariedad laboral, al malestar endémico–; por otro, ser un aventurado ejercicio de estilo –que combina la oralidad, el monólogo interior, la agilidad en la construcción de los diálogos–. Plantea también, en tanto espejo cóncavo de nuestro tiempo, el reto de no convertirse en esperpento.

La historia del joven iracundo, obsesivo y desencantado con su entorno ha tenido diversas formas, desde Holden Caulfield en The Catcher in the Rye hasta Hannah Horvath en Girls, pero en el caso de Alba, la protagonista de esta novela, la desilusión no la lleva a abrazar la imperfección del mundo, ni tampoco a reconciliarse consigo misma, con sus luces y sombras, ni mucho menos al encuentro con el otro, pues no hay encuentro posible. En Consumir preferentemente, Premi Llibres Anagrama de Novel·la 2023, seguimos a Alba Giraldo Domènech, una barcelonesa de treinta años que no encuentra su lugar en la vida, una vida mediana pero por lo mismo próxima al lector, una vida trivial, acaso mediocre, pero no por falta de esmero sino porque todos los demás parecieran ser dueños de su destino, excepto ella: Alba estudió filosofía pero se dedica al diseño; tiene un follamigo, Uri, al que casi no ve y con quien es incapaz de hablar, a pesar de tener afinidades; una mejor amiga, Berta, que decide montar una editorial con su pareja, antiguo profesor suyo, y no decirle nada; una prima médico, Clara, que representa todo lo que ella no es, en términos personales y profesionales; y para rematar: un jefe que decide echarla del trabajo, o más bien, no renovarle el contrato.

El caso de Alba Giraldo es singular por varios motivos: no hay viaje del héroe, no hay Bildungsroman, no hay desarrollo del personaje. Y precisamente por esto podría resultar interesante: porque no es Alba quien cambia, sino sus circunstancias y las de aquellos que la rodean. Sus palabras son extrapolables a la propia construcción de la novela: «Los TT no son un sintagma moderno sino una nueva unidad temporal. Y extremadamente relevante. Te indican Lo Que Está Pasando, siempre más importante que Lo Que Te Está Pasando porque tú no eres el centro, tú nunca serás el centro». Y es que el libro sugiere temas que, al no ser examinados con tiento, terminan por caer en el saco roto del reproche y la pataleta: la dialéctica esquizofrénica que se crea al saber que todo sucede en otra parte y a otras personas, pero al mismo tiempo sucede para nosotros, para nuestras opiniones; o la naturaleza del consumismo, encarnada en el conflicto de la protagonista con Abacus, una cooperativa de 900.000 socios que busca brindar, a través de sus productos, la sensación de exclusividad, de ser poseedor de un producto único, a sabiendas de que sus clientes no son meros individuos, sino más bien eso, clientes: «Ya te lo digo yo: unos frikis. Sí. Los mismos que saquean el Tiger, el Henna y cualquier tienda de chuminadas. Esclavos de la compra compulsiva, amargados que vuelven a casa y se refugian en una chaise longue».

En el fondo, lo que ocurre es que la novela se pega un certero balazo en el pie: pese al despliegue de recursos narrativos, o precisamente por ellos, la trama avanza a trompicones, propiciando que la poética del ruido y de la queja se apropien de la narración y se conviertan en la única constante del libro, en aquello que da ritmo y unidad a la historia. De este modo, el choque entre la realidad y las expectativas, la épica de la desilusión que define a la protagonista, o el cuestionamiento, no solo de aspectos concretos de la existencia –como la lógica del mercado, el arte o las relaciones humanas– sino de los mecanismos que la rigen, son invariablemente asfixiados por el abuso de elementos retóricos que lindan en la ilegibilidad: «Las intimidades dan cagalera, y hoy en día todos quieren juerga i xerinola, y si hay algo que no cuaja, c’est la vie. No et rallis, let it Flow que Aún Eres Muy Joven. La gente se piensa que es be wáter, així, en general».

Consumir preferentemente es la primera obra de una narradora que se intuye perspicaz, con una soltura estilística verdaderamente digna de atención, pero aún incapaz de moldear el barro y convertirlo en un libro acabado, redondo y pleno de sentido, un libro que represente la soledad, el individualismo, la alienación, la esperanza y la búsqueda del significado en la sociedad contemporánea, una sociedad que nos asfixia y nos define, així, en general.