CONCLUSIONES
En La noche de los tiempos, novela sobre el exilio español de la Guerra Civil, Muñoz Molina asegura que el libro trata «de personas tan divididas por dentro como Salinas, Moreno Villa, Chaves Nogales, Arturo Barea. Los cuatro eran partidarios sin vacilación de la legalidad republicana: los cuatro se negaron a dejarse arrastrar por el sectarismo o a apartar los ojos de lo que estaba ocurriendo, o justificar ningún crimen. Los cuatro se marcharon de España y no volvieron nunca». Chaves Nogales dedicó su vida al periodismo, que ejerció desde presupuestos democráticos e internacionalistas y en un tono expositivo sencillo. Decía: «Hoy, para ponerse a escribir ante el público, hay que disculparse previamente, por la petulancia que esto supone, y la única disculpa válida es la de contar, relatar, reseñar. Contar y andar es la función del periodista». Desde este elemental punto de partida, defendió la República como opción del pueblo y, en la medida de ello, la respetó. No estuvo de acuerdo con los extremismos de ningún signo, como afirmó en el prólogo de A sangre y fuego:
Yo era eso que los sociólogos llaman un «pequeño burgués liberal», ciudadano de una república democrática y parlamentaria. Trabajador intelectual al servicio de la industria regida por una burguesía capitalista heredera inmediata de la aristocracia terrateniente, que en mi país había monopolizado tradicionalmente los medios de producción y de cambio —como dicen los marxistas—, ganaba mi pan y mi libertad con una relativa holgura confeccionando periódicos y escribiendo artículos, reportajes, biografías, cuentos y novelas, con los que me hacía la ilusión de avivar el espíritu de mis compatriotas y suscitar en ellos el interés por los grandes temas de nuestro tiempo. […] Antifascista y antirrevolucionario por temperamento, me negaba sistemáticamente a creer en la virtud salutífera de las grandes conmociones y aguardaba trabajando confiado en el curso fatal de las leyes de la evolución. Todo revolucionario, con el debido respeto, me ha parecido siempre algo tan pernicioso como cualquier reaccionario.
La guerra rompió la trayectoria intelectual de muchos españoles y dio autoridad a Franco para convertir el liberalismo en un pecado. Los liberales españoles que salvaron la vida en la contienda, Chaves entre tantos otros, cumplieron el que parecía ser su destino histórico:
Es preferible meterse las manos en los bolsillos y echar a nadar por el mundo, por la parte habitable de mundo que nos queda, aun a sabiendas de que en esta época de estrechos y egoístas nacionalismos el exiliado, el sin patria, es en todas partes un huésped indeseable que tiene que hacerse perdonar a fuerza de humildad y servidumbre su existencia. De cualquier modo, soporto mejor la servidumbre en tierra ajena que en mi propia casa.
A la muerte de Chaves aparecieron elogiosos obituarios en periódicos americanos (The Times); ingleses (Evening Standard y The Manchester Guardian); franceses (L’Europe Nouvelle); de Uruguay (Lealtad); y Argentina (La Nación), entre otros. En España, el Tribunal para la Represión de la Masonería y el Comunismo lo condenó a doce años y un día de reclusión menor, accesorias legales y lo conveniente en cuanto a responsabilidades civiles el 16 de mayo de 1944, una semana después de su muerte. Sólo en 1977 Ortiz de Lanzagorta le rindió un tributo de afecto y complicidad: «Fue andaluz hasta para morir, con ese pudor de hacer breves los adioses definitivos». Con este «pequeño burgués liberal» se cumplió la premonición de su admirado Larra: «Ser liberal en España es ser un exiliado en potencia». Olvidado por muchos años, ignorado por sus compatriotas, sólo en 1993 comenzó su recuperación con la edición de su Obra narrativa completa, seguida en 2001 con la de su Obra periodística. Hoy es un referente para la sociedad española en general y, en particular, para el mundo periodístico.
Nota. Este artículo forma parte del proyecto de investigación «El mundo de ayer: la figura del escritor-periodista ante la crisis del nuevo humanismo (1918-1945)» (FFI2015-67751-P), financiado por el Ministerio de Economía y Competitividad.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]
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