Michel Nieva
Ocho ensayos sobre monos, virus, bacterias, escritura no humana y ciencia ficción
Santiago Arcos
146 páginas
POR DANIEL ESCANDELL MONTIEL

Michel Nieva (Buenos Aires, 1988) compila una serie de breves ensayos en Tecnología y barbarie. Ocho ensayos sobre monos, virus, bacterias, escritura no humana y ciencia ficción, volumen editado en Argentina por Santiago Arcos, y que ha conseguido generar rápidamente una interesante conversación en su órbita. Esto se debe tanto a que el tema sigue muy presente en el imaginario colectivo como al hecho de que en realidad no se sitúa en una discusión dicotómica siguiendo esa oposición (impostada) de apocalípticos e integrados que Eco supo visibilizar en 1964. Nieva se nos presenta como un ensayista con agilidad y fluidez que es capaz de hilar las ideas de forma atractiva para el autor y conseguir, además, que incluso los textos más focalizados en elementos más propiamente argentinos resulten universales. Esto es así porque la agradable lectura que realizamos a través de los ocho ensayos que componen responde a una estructura interna que sabe convertir lo específico en general, pero también al contrario. 

Buen ejemplo de eso lo vemos ya en el primer texto, cuando a través del estudio de Borges nos presenta el contraste que se da en el tratamiento de su figura desde la órbita academicista, institucionalizada y rigurosa se fosiliza su obra, frente al de unos jóvenes lectores (encarnados en una youtuber) que, sin fingir gravitas, realizan una aproximación más real y honesta (incluso mejor leída) a la obra del bonaerense. Hay, en definitiva, una identificación de las tensiones generacionales, tecnológicas, creativas y sociológicas de las que llevamos hablando muy intensamente ya desde finales del siglo pasado, pero Nieva evita siempre un punto de vista sectario para llegar al fondo de la cuestión que le interesa de forma constante a lo largo de todos los ensayos: el hecho literario.

Poca duda cabe de que Nieva ha sido reconocido por sus aportaciones como poeta y como creador de ciencia ficción, pero su capacidad como ensayista se está perfilando también con un texto como este que nos ocupa, publicado originalmente a las puertas del reconocimiento que supone haber sido uno de los nombres jóvenes seleccionados por Granta en 2021. Del mismo modo, este mismo año se le ha reconocido con el Premio O. Henry de relato corto, galardón estadounidense que en 2022 ha tenido en gran consideración tanto a quien nos ocupa en estas páginas como a la también argentina Samanta Schweblin, además de a Zambra, Adichie, Moore y Tokarczuk, grandes nombres. En realidad, debemos señalar que ambos premios van, en cierto modo, de la mano: se ha premiado el cuento «El niño dengue», traducido al inglés, precisamente, en la antes citada revista por Natasha Wimmer. 

Si volvemos al libro que ahora nos ocupa, en las páginas de Tecnología y barbarie nos encontramos una compilación de textos ensayísticos que es hijo de estos tiempos recientes que hemos vivido: no faltan las reflexiones en torno al mundo viral, y esto debe interpretarse no solo desde el punto de vista de la tecnología y las redes sociales. Es inevitable que un autor que ha apostado por desarrollar la ciencia ficción como un género capital para él se sienta motivado por lo distópico vivido en años recientes. Lo hace, eso sí, integrándolo en el relato superior: los temas que le interesan y sobre los que desarrolla sus reflexiones. Evita, en definitiva, caer en el -creciente- síndrome del tertuliano que vemos cada vez más en el terreno de la ensayística. Frente a eso, Nieva incorpora la experiencia humana desarrollada a través del covid-19 como parte del argumentario sobre el que se sustenta uno de los pilares fundamentales del ensayo titulado «El nacimiento de la vi(r)opolítica. Polloceno, Porcoceno y la gestión neoliberal de lxs huéspedes precarizadxs». Pero lo viral es mucho más: sirve como metáfora a la que regresa en múltiples ocasiones para hablar del lenguaje, la identidad y la nación e, incluso, el colonialismo, al señalar cómo una parte de la medicina -cargada de prejuicios raciales e ignorancia- trató racialmente al pueblo indígena.

Del mismo modo, el hecho de que a lo largo de sus páginas Nieva aborde aspectos cultural e históricamente relevantes para Argentina hace que podamos señalar con claridad que, como ensayista, el autor plantea también una extensión del gauchopunk: como él mismo explicó, en su obra literaria retoma los preceptos del género ciberpunk y los pasa por el tamiz histórico, social e identitario latinoamericano. Con ello estructura toda otra importante línea: la del papel y potencial de la creación literaria y la lengua en su vinculación con las tecnologías. Nieva, que no solo explora ese gauchopunk, sino que ha creado incluso el guion de un videojuego como prolongación de su fuerza creativa, ofrece en Tecnología y barbarie ensayos como «Y todo el resto es biteratura». En él se sumerge en algunas de las cuestiones más interesantes que todavía hoy se debaten en torno al papel creativo (y autoría) de las inteligencias artificiales a partir de una selección relevante de bots en redes sociales. Cómo no, busca las raíces en los autómatas, en antecedentes literarios como los que ofrecieron Hoffmann o Paul, e incluso en técnicas escriturales, como la escritura automática que practicaron no pocos surrealistas; con ello, logra abordar el tema con rigor interdisciplinar. Es más, podemos decir que sintetiza en pocas páginas las ideas fundamentales que se han planteado al respecto desde la academia en la última década. 

Lógicamente, optar por el formato de breves ensayos, aunque resulten unidos por una línea de pensamiento que se va perfilando a lo largo de todas las páginas del libro, hace que algunas de las observaciones puedan resultar algo superficiales o dignas de mayor nivel de matización y discusión. Es una consecuencia inevitable de optar por este formato donde se acaban cubriendo múltiples temas en relativamente poco espacio. Sin embargo, lo importante es que eso no hace que se disfrute menos o que genere menos preguntas y curiosidad en el lector. De hecho, es aquí donde se evidencia todo un oficio ya consolidado como autor literario con trayectoria más que reconocida en el género breve: es tan importante lo que dice, como lo que no dice, y cómo sugiere líneas de fuga en sus ensayos que no sigue, pues no es necesario. Nieva muchas veces sugiere toda una línea de pensamiento para el lector, y con ello, en vez de guiarle de la mano para recorrer todo un excurso, señala con atino en un camino lleno de potencialidades. Con eso consigue mantener el interés, la tensión narrativa de textos sustentados en el pensamiento y la narración, e incentivar al lector a ir más allá tomando como base todas las herramientas que el autor ya le ha dado. 

Tecnología y barbarie es un ensayo cargado de reflexiones que provienen de áreas que pueden percibirse si no se les presta atención, quizá, como heterogéneas e incluso inconexas, con un enfoque que desde un punto superficial puede tacharse de regionalista. Pero no es así: los ensayos tienen un hilo de pensamiento que podemos seguir y su exploración de lo local es la exploración de lo universal. Lo cierto es que sus ocho breves ensayos presentan ricas reflexiones y un punto de vista enriquecedor que es fruto de un autor que ha sabido identificar sus virtudes, canalizar sus inquietudes, y convertirlas en una serie de reflexiones actuales y bien definidas dentro de una secuencia de textos breves que disfrutaremos como lectores inquietos tanto leyéndolos en secuencia, como de forma independiente en el orden que decidamos. Todo ello gracias a este Michel Nieva ensayista del que esperamos poder leer más en el futuro.