Un lugar soleado para gente sombría
POR LAURA FERNÁNDEZ
En Nuestra parte de noche, ese monstruoso clásico instantáneo, de un terror frondosamente impredecible, borrascoso, único, por momentos, macabro, siempre genial, Mariana Enriquez esboza, a conciencia, una escena en la que un grupo de chavales monta en sus bicicletas…
En Nuestra parte de noche, ese monstruoso clásico instantáneo, de un terror frondosamente impredecible, borrascoso, único, por momentos, macabro, siempre genial, Mariana Enriquez esboza, a conciencia, una escena en la que un grupo de chavales monta en sus bicicletas…