El cuento de nunca acabar, el ensayo de la vida de Carmen Martín Gaite
«Pero más que una metáfora, una analogía domina el libro: habla de contar/escuchar sin perder de vista la infancia, periodo en que se escucha sin prejuicio, sin temor a mostrar disgusto, impaciencia o emoción. Lo que Martín Gaite quiere decirnos es que contar una historia es un juego, ha de tomarse con esa seriedad con que se juega, y además, el acto de contar, idealmente, ha de devolvernos a ese estado de fascinación con que se escuchan historias cuando se es niño, antes de la llegada de la “jerga Gutenberg”»
Por Aloma Rodríguez
«Todas las metáforas de que vengo echando mano desde el principio indican que este cuento no lo concibo como un libro…