De la reunión que pone en marcha definitivamente el golpe de Estado se ofrecen en el texto dos versiones. En la primera abundan frases del estilo de la pronunciada por el capitán Mendoza, que casualmente se llama Ramiro, aunque no se apellide Ledesma: «¡Juventudes doradas y heroicas, que mañana os ofreceréis en holocausto a la sagrada libertad! Merced a vosotras, todavía un sol de justicia alumbrará la noble tierra de mis padres».

En la segunda versión el narrador asegura que él se limita a transcribir lo que pasó en realidad. Hay un momento en que el brigadier Lizón toma la palabra y dice: «No cabe duda de que el recuerdo de Clavijo nos ha sido utilísimo en este tejemaneje. Gracias a él, la gente tiene una ilusión y nosotros un ambiente. El pueblo le dará frenéticos vivas, con lo cual, sin embargo, no se logrará resucitarlo…, afortunadamente».

Pero la reunión termina mal. Guadalupe está completamente fascinada con el capitán Ramiro Mendoza, uno de los pocos hombres que no muestra el menor interés por sus encantos. Si ha organizado el golpe de Estado es sólo para ofrecerle a él que lo lidere, con ella de la mano, por supuesto. Pero choca con un obstáculo insólito: Ramiro Mendoza es un hombre puro, un auténtico idealista que quiere hacer la revolución para servir al pueblo, no por razones personales. Así que rechaza el ofrecimiento de ponerse al frente de las tropas y encima les dice a los conspiradores lo que todos saben y a ninguno se le ocurriría decir: «¿Piensa usted, señor brigadier, confesar que se ha metido en esto por considerarse postergado? ¿Y usted, Vélez, porque se aburría? ¿Y usted, coronel, porque no le han condecorado? ¿Piensa el señor Saavedra confesar sus motivos? ¿Piensa confesarlos el señor Piñeiro? ¡Y no quiero referirme, por cortesía, a la señorita Limón!»

En la gran escena final –el asalto al castillo en que resiste el dictador– el Caudillo se da cuenta de que sus ministros no le son tan fieles como aparentan y dice:

«¡Yo soy el único poder de la República y les tengo a ustedes en mis manos, porque no saldrán de la fortaleza hasta que yo se lo permita! ¡Ya no hay ministros, ya no hay legalidad constitucional! ¡No hay más que mi voluntad omnímoda, y mi voluntad es que aquí no se mueva nadie y queden todos detenidos!».

Y cuando empieza la batalla, el Caudillo se asoma a una ventana que le resulta de gran utilidad, según explica el narrador:

«Le permitía representar sin riesgos el tercer acto de un melodrama de gran aparato y vocerío, acompañándose de gestos de fantoche.

–¡Ea, soldados! ¡No desmayar! ¡El honor de la Patria está en vuestras manos! ¡Soldados de la Patria, adelante! ¡Fuego, fuego nutrido! ¡Atrás el enemigo! ¡Vuestro valor los espantará, bastará para vencerlos! ¡Ea, sus, que nadie desfallezca!

Nadie le escuchaba, nadie le hacía caso. Sus voces no llegaban a los soldados por la distancia y el estruendo. Y de sus compañeros de encierro ninguno estaba de humor para atenderlas».

Son bastantes los estudios que se han dedicado al tema del mito en la obra de Torrente Ballester.[12] Sigue existiendo, sin embargo, una extendida confusión sobre la forma inequívoca con que Torrente se dedicó a demoler los mitos franquistas (pero no los falangistas) ya en sus obras publicadas en los años cuarenta del siglo XX. 

NOTAS
1 -Este texto se inscribe en el marco del proyecto I+D del MINECO, Epistolarios, memorias, diarios y otros géneros autobiográficos de la cultura española del medio siglo (FFI2013-41203-P).
2- Cercas, J. (1994): «Torrente Ballester falangista: 1937-1942». Cuadernos Interdisciplinarios de Estudios Literarios (CIEL), Segunda época, 5 (1), pp. 161-178. Gracia, J. (2004): La resistencia silenciosa. Fascismo y cultura en
España. Barcelona: Anagrama. Campos Cacho, S. (2009): «Gonzalo Torrente Ballester y su compromiso con la realidad ». Orbis tertius, 5, pp. 34-45. Gracia, D. (2015): «La generación de 1936». Anales de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas, LXVII (92), pp. 479-514.
3-  Manuscrito inédito, citado con autorización de su propietaria, Marisa Torrente Malvido.
4-  Lázaro, J. (2017): «La reconversión de los intelectuales falangistas a mediados del siglo: Gonzalo Torrente Ballester» (en prensa).
5- Torrente Ballester, G. (1985): «Prólogo» en El golpe de Estado de Guadalupe Limón. Barcelona: Plaza y Janés. Torrente Ballester, G. (1986): «Introducción» en España. Nuestro siglo: texto, imágenes y sonido. Gobierno de Franco, 1939- 1975. Barcelona: Plaza y Janes. Torrente Ballester, G. (1986): «Conciencia de España en mi obra literaria» en Visiones de España. Barcelona: Círculo de lectores. Torrente Ballester, G. (1987): «Diversas formas del mito en mi obra» en Cueto, J. et al. (Ed.): Mitos, folklore y literatura. Zaragoza: Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Zaragoza, Aragón y Rioja.
6- Pérez, J. (1989): «Fascist Models and Literary Subversion: Two Fictional Modes of Postwar Spain». South Central Review, Special Issue on Fascist Aesthetics, 6(2), pp. 73-87. Cfr. Janet Pérez (1989): «Text, Context and Subtext in Gonzalo Torrente’s Filomeno, a mi pesar». Letras Peninsulares, 2(3), pp. 341-362.

7-  Torrente Ballester, G. (1940): «Lope de Aguirre, el peregrino ». Reeditado en 1987: Ifigenia y otros cuentos. Barcelona: Destino.
8- Citado con autorización de su propietaria, Marisa Torrente Malvido.
9- Torrente Ballester, G. (1946): El retorno de Ulises. Reeditado en 1982: Teatro 2. Barcelona: Destino.
10- Torrente Ballester, G. (1985): «Prólogo» en El golpe de Estado de Guadalupe Limón. Barcelona: Plaza y Janés.
11-  Torrente Ballester, G. (1977): «Introducción a El golpe de Estado de Guadalupe Limón», en Obra Completa 1. Barcelona: Destino.
12- Blackwell, F. H. (1985): The Game of Literature: Demythification and Parody in Novels of Gonzalo Torrente
Ballester. Valencia: Albatros Ediciones Hispanofilia. Basanta, A. (2001): «Historia, mito y literatura en las novelas de G. Torrente Ballester» en Ponte Far, J. A. y Fernández Roca, J. A. (Eds.): Con Torrente en Ferrol… un poco después. La Coruña: Universidad de A Coruña, pp. 75-97. Lens Tuero, J. y Camacho Rojo, J. M. (2003): «El mito clásico en la obra de Gonzalo Torrente Ballester». Florentia Iliberritana, 14, pp. 95-120. Tietz, M. (2013): «El golpe de Estado de Guadalupe Limón: “mi segundo fracaso narrativo” y “mi primer tratamiento del ‘mito’ como tema poético”. La difícil  integración del “mito” en una “novela de amor”» en Rivero Iglesias, C. (Ed.): El realismo en Gonzalo Torrente  Ballester: poder, religión y mito. Madrid-Frankfurt am Main: Iberoamericana- Vervuert, pp. 95-109.