Gabriel Mamani Magne
Seúl, São Paulo
Periférica
162 páginas
Publicada originalmente en 2019 y ganadora del Premio Nacional de Novela de Bolivia de ese año, Seúl, São Paulo ha sido editada en España en 2023 por Periférica, una de las editoriales que más atención vienen prestando a las letras hispanoamericanas actuales, baste decir que en su catálogo reúne a Juan Cárdenas o Yuri Herrera. Se trata esta de una narración que puede calificarse de bildungsroman, una novela de formación o aprendizaje, en la que confluyen otros temas; el principal, el de la identidad.
Una identidad tan arraigada como permeable: de un lado, la realidad mestiza de Bolivia, con algunos blancos, bastantes cholos o mestizos y una mayoría indígena o colla (en este caso, la familia Pacsi, protagonista, pertenece a la etnia aymara, la misma a la que pertenece Evo Morales). Ese problema de identidad se traslada también a las banderas: la wiphala indígena (ese damero septicoloreado) o la tricolor del Estado boliviano (ambas desde 2009 comparten la oficialidad).
Para complicar aún más la cosa, está la emigración: el narrador comienza contando la historia de su primo Tayson, emigrante en Brasil; conforme avance el relato, el narrador se irá quedando con el protagonismo y al final será él quien marche al país en el que vivió Tayson. También está la emigración de los tíos a diferentes países. La capital surcoreana presente en el título se justifica por la convivencia (más bien habría que hablar de competencia) entre las comunidades coreana y boliviana en São Paulo. La segunda copia en sus talleres las prendas que confecciona la primera en los suyos, pero la mímesis también alcanza a la música: el K-pop hace furor en el primo (que incluso en ciertos momentos parece haberse blanqueado la piel para darse un aire a joven del país asiático). Otros furores son el fútbol y el sexo, más el habitual porno, recordemos que estamos ante adolescentes. Chicos que además recuerdan a los personajes de La ciudad y los perros de Mario Vargas Llosa, por estudiar en el cerrado ambiente de una escuela premilitar. «Dicen que uno entra en el cuartel siendo niño y sale hecho un hombre; yo creo que uno entra siendo humano y sale convertido en animal de carga», reflexiona el narrador.
Tayson «silba el himno del Brasil» en El Alto, la reciente aglomeración urbana vecina a La Paz. Está hecho un lío y a veces se pone a hablar en portuñol. «Que era un paria, ni boliviano ni brasuco; que se había bajado del autobús del patriotismo a mitad del camino», leemos. También, que «de un tiempo a esta parte ha sabido mezclar bien su pendejez brasuca con la pendejez andina».
Entre los estudiantes universitarios hay un llamado movimiento indianista. El narrador comenta: «Ninguno puede evitar perderse en un torbellino de peroratas de media hora cada vez que les pregunto en qué consiste ese movimiento, así que siempre que alguien menciona la palabra raza o aymara intento cambiar de tema para no tener que soportar otro sermón».
Uno de los personajes secundarios se llama Mamani, como el autor. Gabriel Mamani Magne (La Paz, Bolivia, 1987) ha escrito aquí una obra concisa, de capítulos breves y frases cortas en las que los diálogos se mezclan con el cuerpo de la narración con la misma fluidez que se confunden las identidades. No hay especial crudeza en las escenas de violencia o en la de la visita al prostíbulo, y tampoco se rehúye cierto toque poético. Sí impera la absoluta fidelidad al lenguaje oral, desde las construcciones verbales al léxico. Algún leve elemento fantástico-telúrico hay también (un monolito clavado en la sala que recibe el nombre de Tunupa, deidad andina), aunque no es algo que luego tenga especial trascendencia (es obra realista, no de realismo mágico). Pero sobre todo, pobreza y lucha por la supervivencia, con un personaje, Dino, vendedor de libros y estudiante en la miseria, que resulta hasta entrañable. A él se debe esta aguda, si bien amarga, observación: «Bolivia es un intento fallido de no ser Bolivia».
Mamani Magne sabe de lo que habla: estudio una maestría en Río de Janeiro y vive en Brasil. Es aymara. Periférica anuncia la próxima publicación de su segunda novela, Rehén. Aquí tiene ya un lector que la espera.