Alba Dedeu
La conformista
Sexto Piso
116 páginas
POR JUAN MARQUÉS

En su último libro, muy reciente, José Carlos Llop afirma que «¡ser escritor realista, aunque sea en sueños, tiene algo de condena en vida». Se entiende lo que el mallorquín quiere decir en esas palabras de Si una mañana de verano, un viajero, pero es una opinión que exige ya no matices sino un gran desarrollo. Sin salirnos de lo publicado en 2024, las nuevas novelas de Fernando Aramburu, Miguel Herráez, Txani Rodríguez, Sergio del Molino, Juan Pablo Villalobos o Daniel Remón son, de un modo u otro, realistas (y las sigue habiendo costumbristas, casi naturalistas, como la de Coradino Vega), como lo son los cuentos de Magalí Etchebarne, Raquel Delgado o muchos de los de Sergi Pàmies (no por lo autobiográfico, que a veces da lugar a la fantasía más desatada, sino por el enfoque) y también, cada cual a su modo, las autoficciones de Mercedes Halfon, Florencia del Campo, Jesús Carrasco, Alba Muñoz o Sofía Balbuena. Y, sin embargo, qué diferentes son entre sí todas estas propuestas, cuántas formas de abordar la «realidad», pero es porque ésta no sólo es infinita sino muy diversa, y si entramos en la narrativa (aunque pueda o quiera ser testimonial, o incluso «objetiva», periodística…), hay tantas realidades como formas de mirarla o habitarla. Así que ser realista sólo es una «condena», supongo, cuando la realidad es trágica, o cuando resulta muy estrecha.

Y ni aun así, porque una de las primeras buenas sorpresas que nos trajo la ficción española en este año fue la traducción al castellano de la primera novela de Alba Dedeu (Granollers, 1984), La conformista, que se publicaba simultáneamente en su catalán original. Y lo que esta estupenda y muy inteligente novelita ofrecía era una especie de álbum de fotos de una pareja «normal» a lo largo de veinte años, desde que se conocen hasta que sus tres hijos comienzan a despegar y ellos se reencuentran de otro modo, cómplices todavía pero muy cansados, aliados en lo laboral y en lo familiar pero un poco aturdidos por el paso del tiempo.

Si la protagonista de la película Atlantic City, de Louis Malle, no podía quitarse de su cuerpo el odioso olor del pescado que vendía todas las mañanas, a Eva y Pere les ocurre lo mismo con los pollos asados que despachan, de un olor sólo un punto menos desagradable pero igual de adhesivo e intenso. La habilidad de Dedeu hace que ese tufo a pollo casi se note, y de algún modo impregna una novela que, aun así, no tiene nada de agobiante ni busca la desazón del lector, o sólo hasta el punto de que podamos sentirnos dentro de ese asador, sudando a chorros y asediados por los clientes. Por lo demás es muy amable, casi divertida, y si bien sobre lo que se cuenta sobrevuela la casi inevitable frustración a la que conduce una vida así, de horizontes tan limitados y grasientos, el tono de la novela y el buen carácter de los personajes, hacen que venza la identificación, que entendamos bien a Eva (sobre la cual se pone el foco) y también a Pere, un gran personaje gris que va ganando peso (en todos los sentidos…). Y no pretendo adelantar nada, pero me importa celebrar que aquí, al final, no sólo se impone la calidad sobre el libro, sino la bondad sobre la trama, hasta un punto que, aparte de estar organizado con mucha elegancia, resulta conmovedor y francamente bonito sin el menor exceso de mermelada sentimental.

Son seis capítulos, y entre cada uno de ellos han pasado algunos años. Del noviazgo se pasa al asador, y del trabajo a la boda, y del matrimonio a los niños, y de éstos a determinadas amenazas para la salud o la estabilidad conyugal, pero los pollos siempre están ahí, como si su olor también cacareara. Y si bien es un hedor que parece disuasorio, conviene dejarse mecer por él, porque es como la banda sonora que acompaña la crónica de una vida colectiva que tiene algo deliberado de anodina, pero que, por bien contada, es significativa y reveladora, y no sólo por bien narrada sino por bien entendida, por la mirada no compasiva sino enternecida y generosa que Alba Dedeu ha sabido inventar.