Agustín Fernández Mallo
La forma de la multitud
Galaxia Gutenberg
304 páginas
Si tuviésemos que definir la supuesta hermenéutica de la multitud, diríamos que, de alguna manera, tendría forma de pequeño relicario rectangular en donde depositar la fe, aquella que antaño se enjugaba con la celulosa religioso testamental del papel moneda.
La forma de la multitud (Seix Barral 2023), es el nuevo ensayo cuasi distópico, que Agustín Fernández Mallo nos propone. Como dijese en su momento Mario Aznar, Mallo nos muestra ‘el gran salto de longitud entre los prefijos after- y post- que lleva implícito el progreso’, exponiendo teorías aglutinadoras que pretenden contener todo el espectáculo de la edad contemporánea. Basándose en la en la reciente ontología de la inteligencia artificial y su entorno tan digital como impersonal, se jugará con los extremos de la masa categorizable y apropiacionista que es el humano convencional; pero ¿qué es el contemporáneo si no un mero sistema presa de sí mismo con difusa y compleja proyección?
Planteamiento y tratamiento semántico – un tanto arduo- que Fernández Mallo aplica a este corpus de salvación basado en la emoción de lo fragmentario. Programa histórico-político regido por mercados y mercaderes, que se encuentran a hombros de la barca del capitalismo más progresivo y pecuniario que podamos imaginar. En las tripas de este ensayo todo arde, como la endorfina disparada por el comercio de segundos. Aquí de nada vale rezar si más tarde todo se llenará de cera.
A lo largo de este ensayo vemos como se trabaja con una de las células tumorales que dan soporte a este paradigma; el lenguaje, moneda de cambio, como bien explicaba el marxismo, el cual, actualmente está viendo devaluada su hombría al no poder destilarse y tener que trabajar entre escala de grises.
Diferentes bocas son las que malogran el destino de lo que llamamos cuerpo; este ya no nos pertenece de la misma forma que lo hizo, por lo que nuestra capacidad de balbuceo y su capitalización vacía de contenido significativo, que no significante, es el error en el que ahora nos hallamos. En superficie el neoliberalismo campa a sus anchas, pero en profundidad nos encontramos en una fragua, desgastada por la aceleración de una maquinaria rodeada de sosa cáustica.
En La forma de la multitud, nos enfrentamos a cuestiones aparentemente insustanciales y terreros benignos; como pudieran ser el capitalismo aplicado a la red y a sus múltiples analogías. Muchos son los pavimentos que este autor pisa, pero uno de los más importantes, por no decir el que más, se encuentra afectado por el síndrome de Cotard; viéndose incapaz de morir, conforme va invadiendo el organigrama de toda una región.
Somos seres biológicamente fractales, una especie en continuo viaje que se subdivide en partículas, datos, microdatos y, por qué no decirlo, meta-fragmentos, de los que se nutren bots para operar por nosotros en la realidad de lo virtual. Como niños inundados por la pena del yo latente, el posthumano que este autor nos presenta, deja que jueguen al rodeo con la parte natural e inabarcable que les queda, llegando a un caos indeterminista consensuado; alcanzando por otros caminos el punto omega del mismo.
Aunque económico, tecnológico, artístico y religioso podemos decir que este ensayo es cien por cien cerebral, conteniendo en sí mismo un alto grado de antropología y existencialismo fundamentado, en parte, en la Noosfera y la traducción de la realidad oral y la otredad del todo circundante.
Mallo sabe de sobra que el capitalismo no se hizo para ser derrocado, sino para sentarlo a la mesa de nuestra multitud y rellenar con él los huecos que la experiencia consumista no fue capaz de tapar. Con esto nos quiere avisar de que no todo lo posible es experienciable, y es por ello que, en la parte vívida del humano, devendrá otro momento de crisis vital donde hará acto de presencia el paradigma tiempo-edad, y con ello el concepto de muerte y economía. Aunque estas siempre estuvieron entre las cuatro paredes de lo que llamamos iglesia, y sujetas a un código deontológico -acaso reinterpretable- llamado Biblia. Sabed que morir no es lo mismo que ser matado, pero entre depredadores con tarjetas de fe se dispensa la partida.
Solo quien sabe de tecnología antropológica conoce al hombre.