Las dos Habanas de Cabrera Infante
«La mirada que narra, aunque sea la de un hombre nostálgico que sabe que ya no va a volver jamás al lugar donde están sus mejores recuerdos, no deja de ser siempre la del niño que se pierde por la gozosa Habana encantada»
Por Juan Bonilla
A Cabrera Infante le disgustaba que llamaran novelas a sus libros: para él eran eso, libros. Tres tristes tristes eran un collage narrativo, y La Habana para un infante difunto unas muy particulares memorias…