Usted ya ha publicado cuatro libros y la crítica le ha elogiado en muchas ocasiones. De usted se ha dicho que ha escrito la epopeya del hombre contemporáneo en Hilos de sangre, también que escribió una novela de culto. Se le ha comparado con David Foster Wallace y lo han colocado al lado de Philip Roth. Alguien que disfruta de un momento tan brillante y reconocido, ¿cómo llega a escribir con tanto convencimiento, narrativo, sobre las consecuencias negativas de los conflictos?

Estoy muy satisfecho y agradecido con la recepción crítica de mis novelas, incluso cuando son (que lo han sido) discutidas. Igual hubiese cambiado de tono si mi tema fuese lo injusto que es el mundo literario, aunque no es el caso. Tal y como están las cosas los elogios son muy de agradecer, pero no me desplazan de mis objetivos ni me resuelven los problemas, que sólo se pueden superar con suerte, persevarancia y supongo que con algo de talento. Por lo demás, aunque en España apenas he logrado convencer a un par de críticos, tengo la convicción de que lo que escribo son comedias, oscuras si se quiere, pero comedias. O por utilizar una vieja categoría algo en desuso: «comedias-problema».

 

En alguna entrevista, usted ha comentado que esta novela la tenía aparcada en su cabeza y ha sido ahora cuando ha visto el modo de hacerla con la intención de ofrecer una novela «amable, de atmósfera simpática, que puedan leer mis tías y mis tíos». Sin embargo, no es tan amable, sus personajes tienen una gran carga filosófica, aunque tengan pocos líos en la cabeza y, además, plantea muchas preguntas. ¿Trata de ironizar sobre la gravedad de su novela?

Lo dije en relación a mi anterior novela, Divorcio en el aire, que es una narración muy agresiva desde la primera frase y que transcurría durante casi cuatrocientas páginas en la misma cabeza herida y acelerada, sin capítulos, blancas ni cortes. El tono de Años felices, sobre todo en el primer tramo, me parece algo menos directo, más atmósferico, con la atención repartida en más personajes y un narrador atento a emociones a medio formar. Luego, es cierto es que yo no escribo para mis «tías», sino para ofrecer una imagen lo más compleja y aproximada de cómo son las vidas y cómo es el mundo que las contiene, y que ni las vidas ni el mundo son siempre amables.

 

La voz del narrador ya ha recibido muchos elogios en otros libros suyos. En esta ocasión, no nos desvela abiertamente de quién se trata. Ketty, hija de Claire, nos da alguna pista, intercambia recuerdos con Álvaro, sobrino-nieto de Alfred, quien parece que está escribiendo una novela sobre los Montsalvatges. ¿Qué significado tiene, si es que hay alguno, que Álvaro esté escribiendo una novela sobre los Montsalvatges, familia que remite a Hilos de Sangre? ¿Este juego de nexos de los personajes entre sus novelas es sólo consecuencia del origen de las novelas, todas ellas nacidas en una sola tarde?

Es un poco complicado responder a esta pregunta porque pertenece a un ámbito que no tiene el menor interés: el de los proyectos. Al menos yo estoy absolutamente convencido de que un escritor vale por lo que lleva escrito, y que da igual cuál es su ambición y su proyecto. Lo que puedo contar hasta ahora es que en Hilos de sangre se dice que Álvaro les propone a sus hermanas, Clara y Amanda, por motivos que todavía no están claros, que estudien las vidas de la generación de su abuelo y sus dos hermanos. Años felices es el relato que hace el propio Álvaro de la vida de su tío-abuelo Alfred e Hilos de sangre cuenta la vida del abuelo Gabriel desde el punto de vista de Clara. Quedaría la novela de Amanda hablando del otro tío abuelo, Jonás, que tiene cierto papel en las dos novelas anteriores. Si todo sale bien esta tercera novela permitiría establecer mayores relaciones entre las dos que ya están escritas y que ahora deben leerse de manera independiente. Sé a grandes rasgos cómo será, cómo se titula y qué dice la última línea, pero no sé si la escribiré. Las novelas pueden torcerse. Así que de momento todo lo que hay es lo que se puede leer en las casi mil páginas que llevo escritas.

 

Que dos de los cinco personajes sean lletraferits justica las referencias literarias que existen en la novela, alguna escamoteada por personajes ficticios, como John Shade. ¿Qué autores han formado su gusto e interés por la literatura?

Esta es una pregunta prácticamente imposible de responder. No sé, yo leo todo el tiempo desde los veintipocos, tratando de aprender, así que cualquier ruta o itinerario que proponga será un poco artificial. Por citar a un novelista que no ha salido a propósito de Años felices –y que cuando lo leí me convenció de que merecía la pena dedicar los mejores esfuerzos a escribir–, diría Proust.

En esa conversación de Harry y Clotilde Harrington, aparece el interés de los escritores por sus contemporáneos. ¿Qué relación mantiene usted con sus contemporáneos escritores? ¿Siente que trabaja solo o que forma parte de una generación?

Mantengo una relación amistosa con la mayoría. No estoy especialmente interesado en la obra de mis estrictos contemporáneos, es un poco embarazoso que estén hablando de lo mismo que yo, los he ido leyendo por cortesía, a veces con mucha satisfacción. Leo con mucho más interés a los más jóvenes y con admiración a un puñado de mayores con la mayoría de los cuales he ido estableciendo relación y que me tratan muy bien. No creo en las generaciones ni en las escuelas ni en los grupos de escritores, aunque me perdería sin el apoyo de lectores cercanos con voluntad crítica. Cuando un colega escribe un puñado de páginas buenas o un libro sobresaliente me estimula mucho, y también me sostiene en momentos de desaliento que, antes de que yo naciese, miles de hombres y mujeres hayan dedicado sus mejores esfuerzos a la escritura.

 

Le agradezco mucho su paciencia y generosa colaboración y, abusando de esa generosidad, le pediría que nos hablase de su próximo libro.

Me gustaría escribir sobre la corrupción y sobre el nacionalismo. Llevo varios años dándole vueltas a los dos temas, pero no encuentro un tono que me convenza, no me vale ni la sátira ni la denuncia directa. Tengo ciertos vislumbres sobre la estructura y los personajes. A veces dudo si serán gemelos o una sola novela. Son cuestiones muy difíciles y he terminado agotado de esta novela, me voy a regalar un año y medio de descanso por lo menos.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]