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Cómo sobrevivir a un país

POR JUAN DOMINGO AGUILAR

Una historia de miedo que no queremos ver pero sí escuchar. En esta frase podría resumirse la nueva novela del escritor guatemalteco Eduardo Halfon…
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Yo también me acuerdo regular

POR LAURA MARÍA MARTÍNEZ MARTÍNEZ

Clara Morales debuta con Yo casi no me acuerdo, su primer libro de cuentos, en la editorial Tránsito. Con él, da comienzo a su carrera literaria y se sitúa en un espacio concreto de la literatura española…
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Lo que pasa no es sólo lo que ocurre

POR MARÍA ALCANTARILLA

«Nombrar todo lo que un libro no es para así poder definirlo», leemos en la página cuarenta y cinco. Y como lectora añadiría: y todo lo que no es una mujer, todo lo que no es una frontera…
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Vidas entretejidas

POR JUAN ALBERTO VICH ÁLVAREZ

Leía lo nuevo de Miguel Munárriz cuando recibí por correo electrónico un artículo de Félix de Azúa sobre el reciente libro de relatos…
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María Gainza

«Mi estilo habla más de mí que cualquier anécdota biográfica»

Por Cristian Crusat
Nacida en Buenos Aires, María Gainza se dio a conocer en el periodismo cultural gracias a sus trabajos para The New York Times, ArtNews, Artforum o el suplemento «Radar» del diario Página/12. Muy pronto sus textos sobre arte se distinguieron por una acertadísima combinación de referencias literarias o cinematográficas…

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El Cortázar más juguetón. Los almanaques del Cronopio

«Esos libros quizás sean los más puramente cortazianos, en el sentido de que lo que predomina en ellos son los encuentros más o menos casuales (que, como sabían el André Breton que encuentra a Nadja y el propio Oliveira en su búsqueda de la Maga en Rayuela son “lo menos casual de nuestras vidas”), y la perpetua voluntad de transformación (como ocurre también en Paul Auster, otro maestro del azar)»

Por Manuel Rodríguez Rivero
Hubo un tiempo literariamente esplendoroso –años sesenta y setenta del siglo pasado– en que un puñado de novelistas latinoamericanos pareció poner todo su empeño…

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Sergio Chejfec. Gracias a la ruina

POR MARIO AZNAR

La primera vez que viajé a Nueva York fue para conocer a Sergio Chejfec. Él no lo sabía. Nadie lo sabía. Pero secretamente yo esperaba encontrármelo deambulando por las calles de Brooklyn…