Atrincherados y rabiosos
POR RAÚL TOLA
Hasta la llegada de las redes sociales, la rabia era un sentimiento íntimo, que pocos podían exhibir en público. Ahora, cientos de millones de personas se instalan diariamente delante de un teclado…
Hasta la llegada de las redes sociales, la rabia era un sentimiento íntimo, que pocos podían exhibir en público. Ahora, cientos de millones de personas se instalan diariamente delante de un teclado…