Desmitificación y nostalgia

En 1975 Carlos Fuentes (en París a lo largo de buena parte de los años sesenta y setenta) publicó Terra nostra, novela de la cual García Márquez afirmó que sólo la leería si le daban una beca. De manera significativa, esta ambiciosa, casi desmedida, tentativa de sintetizar narrativamente la historia del mundo hispánico se abre y se cierra en París, «allí donde el pensamiento es placer y el placer pensamiento, la capital del tercer tiempo, el escenario de la lucha final, la última ciudad, allí donde el persuasivo demonio inculcó una perversa inteligencia a algunos hombres sabios, París, fuente de toda sabiduría…».[i] Más revelador aún que los acentos modernistas de semejante elogio es el punto de vista retrospectivo y crepuscular adoptado por Fuentes:

«Oliveira, Buendía, Cuba Venegas, Humberto el Mudito, los primos Esteban y Sofía y el limeño Santiago Zavalita, que se la vivía preguntándose en qué momento se jodió el Perú y llegó también a París, refugiado como todos los demás y preguntándose como todos los demás, con excepción de la rumbera cubana, ¿a qué hora se jodió la América Española? […]. [Cuba Venegas] decía, ignorando la paráfrasis: “Todos los buenos latinoamericanos vienen a morir a París”. Quizás tenía razón. Quizás París era el punto exacto del equilibrio moral, sexual e intelectual entre los dos mundos que nos desgarraron: el germánico y el mediterráneo, el norte y el sur, el anglosajón y el latino».[ii]

 

La lista de personajes creados por los autores del boom, además de un guiño autocomplaciente a compañeros de generación, entre los cuales Fuentes está orgulloso de contarse, produce el efecto de un epitafio: el encomio es un motivo obligado del género elegíaco. Terra nostra recuerda a una imponente estela funeraria erigida en honor de la misma tradición que aspira a celebrar.

El balance que Fuentes realiza desde la solemnidad y la nostalgia, Bryce Echenique (otro parisino irredento en los sesenta y los setenta) lo propone desde el humor y la sátira. Su novela La vida exagerada de Martín Romaña (1981) representa la gran deconstrucción cómica del mito de París, esa «Ciudad Luz a la que se le habían quemado los plomos».[iii] Bryce Echenique se burla de la fascinación a distancia de los latinoamericanos («Notre Dame estaba exacta que en Lima, aunque tal vez sí allá en Lima irradiaba un poquito más»),[iv] del ideal de la buhardilla («Lo único malo es que mi cuartito no tenía ventana ni hacia el Jardin des Plantes, ni hacia ninguna otra parte. Sólo una claraboya para las noches de luna, pero la verdad es que en París éstas suelen ser las menos, y las más pueden ser noches de esa lluvia de mierda que a menudo se me filtraba por la maldita claraboya, justito encima de mi almohada»),[v] de la frase «éramos tan pobres y tan felices» de Hemingway («Gringo cojudo, cómo no se te ocurre poner una nota a pie de página destinada a los latinoamericanos, a los peruanos en todo caso, una cosa es ser pobre en París con dólares y otra cosa es serlo con soles peruanos»)[vi] y del «gran bolondrón» de Mayo del 68 («Lo que pasó es que tampoco hay fiesta que dure cien años ni cuerpo que la resista. Y mucho menos un cuerpo de policía»).[vii] Por supuesto la sátira es también una manera de alargar la vida al mito, pero al modo de una respiración asistida: la desmitificación es a la vez un signo de supervivencia y de vejez.

¿Cabe concluir que la capital francesa ya no imanta a los autores hispanoamericanos? En el año 2000 la escritora Milagros Palma publicó un Anuario de escritores latinoamericanos en Francia:[viii] igual de llamativo que el importante número de entradas era el hecho de que ninguno de ellos, con la excepción del argentino Juan José Saer (radicado en París desde 1968), ocupara un lugar relevante en el canon de la literatura hispanoamericana contemporánea. Del mismo modo, París ha seguido siendo un escenario importante para ficciones de las últimas décadas como Monsieur Pain (1984), de Roberto Bolaño; El fin de la locura (2003), de Jorge Volpi; El síndrome de Ulises (2007), de Santiago Gamboa; Después del invierno (2014), de Guadalupe Nettel, o París D. F. (2015), de Roberto Wong, aunque ninguna de estas novelas se haya convertido, por el momento, en una referencia de la narrativa actual.

Entonces, ¿París ha muerto? ¿Sobrevive? ¿Agoniza? En plena furia renovadora del barón Haussmann, Baudelaire escribió que «la forma de una ciudad / cambia más rápido que el corazón de un mortal». Si los hispanoamericanos han sido fieles a París a lo largo del siglo xx, la ciudad, a pesar de las dos guerras mundiales, les ha correspondido conservando casi intacto el cuerpo que suscitó su pasión. Cabría ver en ello un signo de estancamiento, de museificación, pero eso supondría plegarse a la ideología neoliberal que ve en la destrucción del progreso la única definición del presente. El flâneur, por el contrario, sabe que París nunca se agota; en ella –como en la literatura– pasado, presente y futuro se imbrican, y siempre es posible que el recodo menos pensado le depare una sorpresa capaz de resucitar el amor que parecía apagado.

NOTAS
1 Rufino Blanco Fombona, Letras y letrados de Hispanoamérica, París, Ollendorf, 1909, p. 282.
2 Citado por Zumeta, El continente enfermo en Danièle Genevois y Bernard le Gonidec (ed.), Quelques aspects de la pensée hispano-américaine (1898-1930), Rennes, Presses Universitaires de l’Université de Rennes, 1974.
3 Ventura García Calderón, Virages, París, Grasset, 1933, p. 120.
4 Rubén Darío, «Las letras hispanoamericanas en París», La Nación, 16 de febrero y 10 de marzo de 1901 en Rubén Darío. Va a arder París…? Crónicas cosmopolitas 1892- 1912, éd. Gunter Schmigalle, Madrid, Veintisiete letras, 2008, p. 97.
5 Maurice de Waleffe, «L’Amérique Latine aux Champs-Elysées», Mundo latino, 1928, 1ère année, n°1.
6 «Du complexe de Paris à une quête sans complexe: quelques remarques sur les stratégies éditoriales des écrivains hispano-américains en France au xx siècle», Les stratégies des écrivains des Amériques pour faire connaître leurs oeuvres en France, Metz, Centre d’études sur la traduction, n°2-3, 2001, p. 18.
7 Enrique Gómez Carrillo, Sensaciones de París y Madrid, París, Garnier Hermanos, 1900, p. 5.
8 Rubén Darío, «France-Amérique» en Canto a la Argentina; Oda a Mitre; y otros poemas, Madrid, Mundo Latino, 1918, p. 146.
9 Ventura García Calderón, «Definiciones de París» en Páginas escogidas, Madrid, Javier Morata, 1947, p. 576.
10 Pedro Salinas, La poesía de Rubén Darío, Buenos Aires, 1957, p. 32.
11 En los artículos «París y los escritores extranjeros» y «De la necesidad de París» (Rubén Darío, Obras completas. t.1, Madrid, Afrodisio Aguado, 1950-55, 460 y 535-536)
12 Ventura García Calderón, Frívolamente… (Sensaciones parisienses), París, Garnier Hermanos, 1909, p. 150.
13 Max Henríquez Ureña, «Discurso preliminar» en José María Heredia, Los Trofeos, Buenos Aires, Losada, 1954.
14 «Y mientras el tren corre por las campiñas, el pensamiento de los que llegamos [a París] corre también, formando proyectos balzacianos de conquista y de conquistas» (Enrique Gómez Carrillo, Sensaciones de París y Madrid, París, Garnier Hermanos, 1900, p. 5.)
15 Enrique Gómez Carrillo, Treinta años de mi vida, Sevilla, Renacimiento, 2011, p. 191.
16 Ricardo Güiraldes, Raucho: momentos de una juventud contemporánea, Buenos Aires, Emécé, 1954, p. 88.
17 Ángel Rama, La ciudad letrada, Madrid, Fineo, 2009, p. 179.
18 Carta a Unamuno del 21 de mayo de 1899, citada por Sylvia Molloy, La diffusion de la littérature hispano-américaine en France, París, PUF, 1972, p. 28.
19 Rubén Darío, Prosas profanas y otros poemas, Madrid, Clásicos Castalia, 1987, p. 87.
20 Matei Calinescu, Cinco caras de la modernidad. Modernismo, vanguardia, decadencia, kitsch, postmodernismo, Madrid, Tecnos/Alianza, 2003, p. 82.
21 Rubén Darío. Parisiana, Obras Completas, t.5, Madrid, Mundo Latino, 1917, p. 64.
22 Rubén Darío, Poesía, Caracas, Biblioteca Ayacucho, 1977, p. 454.
23 Rubén Darío, Los raros, Madrid, Editorial Mundo Latino, tomo VI de las Obras completas, 1918, p. 146.
24 Cristobal Pera, Modernistas en París, Peter Lang, Berna, 1997, p. 102.
25 Ventura García Calderón publica la encuesta Don Quichotte à Paris et dans les tranchées y el libro de crónicas Bajo el clamor de las sirenas. Gómez Carrillo escribe Le sourire sous la mitraille y Au coeur de la tragédie. Varios escritores, entre los cuales Gómez Carrillo, colaboran en el n°76 de la colección «Páginas de historia 1914-1915» titulada Les neutres: voix espagnoles.
26 Ernest Martinenche (éd.), L’Amérique latine et la guerre européenne, vol. I, París, Hachette, 1916, p.V-VI.
27 Víctor Manuel Rendón, «L’Équateur pendant la Guerre Universelle», ibid., p. 65.

28 «¡Salud! Joven América de nuestro lado situada / Francia os ha gustado / Estudiosa, heroica, acogedora, inalterada/ por Francia, ¡salud!» (Max Daireaux, Nos soeurs latines, París, Calmann-Lévy, 1917, p. 1-2)
29 Remy de Gourmont, «La América Latina», El Nuevo Mercurio, abril 1907.
30 Luis Cardoza y Aragón. El río. Novelas de caballería, México, FCE, 2016, p. 211.
31 Luis Humberto Delgado, Ventura García Calderón, Lima, Latino América, 1947, p. 13-14
32 Ver el artículo «Filtrando a los García Calderón» (1935) atribuido a un tal García Sánchez y reproducido en Ventura García Calderón, Nosotros, París, Garnier Hermanos, 1946, p. 139.
33 Véase el borrador del poema «Aveugle», lleno de hispanismos corregidos por el pintor Juan Gris en René Costa, Huidobro: los oficios de un poeta, México, Fondo de Cultura Económica, 1984, reproducción nº 12.
34 «Octavio Paz – Conferencia del Nobel: La búsqueda del presente». Nobelprize.org. Nobel Media AB 2014. Web. 17 Abril 2016. <http://www.nobelprize.org/nobel_prizes/literature/laureates/1990/paz-lecture-s.html>
35 Pascale Casanova, La république mondiale des lettres, París, Seuil, 1999, p. 127.
36 Rubén Darío, Autobiografía, Obras completas, t. 1, Madrid, Mundo Latino, 1917, p. 103.
37 En Julio Noé, Antología de la poesía argentina moderna (1896-1930), Segunda edición corregida, Buenos Aires, El
Ateneo, 1931.
38 Sobre la importante tradición del bilingüismo franco-español en estos años me permito remitir a mi estudio La langue plurielle: le bilinguisme franco-espagnol dans la littérature hispano-américaine (1890-1940), París, L’Harmattan, 2011.
39 Vid. René Costa, Huidobro. Los oficios de un poeta, México, Fondo de Cultura Económica, 1984, p.59 y Miguel Rodríguez Liñán, «Encuentro con André Coyné», www.andes.missouri.edu/andes/ Crónicas/ MR_Montpellier.html, Marsella 5 décembre 2002.
40 Luis Cardoza y Aragón, El río (Novelas de caballería ), México, FCE, 1986, p. 226.
41 Jorge Luis Borges, Un ensayo autobiográfico, Barcelona, Galaxia Gutemberg, 1999, p. 39.
42 Jorge Luis Borges, «El otro Whitman», Discusión en Obras completas, Buenos Aires, Emecé, 1972, p. 206.
43 Paulette Patout, «La cultura latinoamericana en París entre 1910 y 1936», Miguel Ángel Asturias, París 1924-1933. Periodismo y creación literaria, Madrid, Colección Archivos, 1988, p. 755.
44 Uslar Pietri, «Introducción El Señor Presidente de Miguel Ángel Asturias», Caracas, Biblioteca Ayacucho, 1986, p. XVII.
45 Miguel Ángel Asturias, «Ojo nuevo», París 1924-1933: Periodismo y creación literaria, Madrid, Colección Archivos, 1988, p. 307.