Por otra parte, los cambios climáticos que cada vez afectan la mayor parte del mundo han incidido fuertemente en La Habana en los últimos tiempos. Desastres naturales como huracanes; y, recientemente, el tornado que azotó La Habana el domingo 27 de enero del 2019, dejando grandes pérdidas humanas y materiales en varios municipios de la ciudad, son ejemplos de fenómenos que se pueden o no prever y que, igualmente desatan e incrementan los datos asociados al deterioro arquitectónico y urbano así como impactan negativamente las limitaciones económicas ya existentes.

Las proyecciones futuras dadas como datos resultantes de investigaciones realizadas por el Ministerio de Ciencia Tecnología y Medio Ambiente (en adelante CITMA) indican que la elevación del nivel medio del mar puede alcanzar hasta veintisiete centímetros en el 2050, y ochenta y cinco en el 2100, provocando la pérdida paulatina de la superficie emergida del país en zonas costeras muy bajas, así como la salinización de los acuíferos subterráneos abiertos al mar por el avance de la «cuña salina».

Tarea Vida es el Plan de Estado para el enfrentamiento al cambio climático sustentado sobre una base científica multidisciplinaria, que da prioridad a setenta y tres de los ciento sesenta y ocho municipios cubanos, sesenta y tres de ellos en zonas costeras y otros diez en el interior del territorio. Contempla cinco acciones estratégicas y once tareas dirigidas a contrarrestar las afectaciones en las zonas vulnerables, las mismas fueron aprobadas el 25 de abril de 2017 por el Consejo de Ministros y constituyen una prioridad para la política ambientalista del país. El CITMA es el encargado de implementar y controlar las tareas del Plan de Estado.

Se han identificado a lo largo de todo el país una serie de sitios atendiendo a la preservación de la vida de las personas en los lugares más vulnerables, la seguridad alimentaria y el desarrollo del turismo. Hay investigaciones científico tecnológicas que priorizan análisis a partir del Macroproyecto sobre peligros y vulnerabilidad costeras para los años 2050-2100.

En los últimos cinco años se han producido importantes cambios respecto a las misiones y estrategias así como acciones concretas que deben desarrollar el Instituto de Planificación Física (IPF) y el Ministerio de la Construcción (en adelante MICONS). Esto ha traído consigo un desbalance o restricción de acciones debido a que aún la preparación de los especialistas asociados, por ejemplo al IPF, es limitada. Muchos no están bien entrenados en las nuevas acciones que deben desarrollar.

Los arquitectos de la comunidad, que en la década de los ochenta fueron una fuerza importante en el apoyo a la rehabilitación y otros aspectos relacionados con el proceso de la vivienda en los barrios, han sido fusionados en el Instituto y Direcciones de Planificación Física pasando a tramitar los procesos relacionados con la vivienda en todas sus variantes y eso hace que el sistema no este «engrasado» debidamente para resolver todos los problemas existentes con la celeridad necesaria en los momentos actuales.

El Instituto Nacional de la Vivienda que fue un órgano importante existente en la década de los setenta, teniendo ciertos cambios hasta la década de los noventa, pero que legislaba lo referente a la vivienda y su entorno, ha pasado a ser apenas una dirección dentro del MICONS (Dirección de Vivienda). La vivienda es uno de los programas de la Revolución que no ha tenido solución hasta este momento. La demanda es mayor que la oferta. No existe una industria de materiales desarrollada que pueda dar frente a las necesidades cada vez más crecientes de la población.

Por todo lo anteriormente dicho, es que hay la imperiosa necesidad de contar con un organismo central que dedique todo su esfuerzo a la planificación y gestión de la vivienda el cual no existe en la actualidad.

La situación compleja que vive la ciudad es multifactorial y de esa manera se hacen los planes de desarrollo a las diferentes escalas desde las municipales hasta la nacional.

El Plan Estratégico de Desarrollo Integral 2030 (PEDI) para La Habana Vieja Centro Histórico, fue creado por el Plan Maestro y la Oficina del Historiador de la ciudad desde el 2016 y tiene como esfera de realización el Centro Histórico de La Habana, Monumento Nacional desde 1978 y Patrimonio Mundial desde 1982. Este plan de acciones, al decir de su historiador, Eusebio Leal Spengler, pretende ser un justo homenaje a la celebración, en 2019, del medio milenio de la fundación de la Villa de San Cristóbal de La Habana.

Se ha conformado un Plan Especial de Desarrollo Integral para el Centro Histórico de la ciudad como nuevo instrumento de planificación y gestión urbana que esta articulado con el Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social hasta el 2030. Este plan garantiza el vínculo entre las políticas de desarrollo local y las nacionales. Tiene en cuenta como su nombre lo indica todos los aspectos necesarios para favorecer el desarrollo de la ciudad y que interactúan como sistema.

Estos planes regulan las acciones en el centro histórico, teniendo en cuenta nuevos cambios en la estructura y economía del país como las nuevas leyes sobre la inversión extranjera, la compra venta de viviendas además del aumento de la actividad inversionista por parte del sector no estatal.

Todos estos cambios constituyen oportunidades aunque no están exentos de riesgos y pérdidas colaterales. Es importante destacar que el documento central PEDI 2030 se ha conciliado y conformado a partir de un ejercicio de consulta pública y conciliación institucional donde han participado los organismos del Estado. Se han abierto espacios de participación multiactoral.

Se ha combinado el trabajo de los especialistas y profesionales con los funcionarios del gobierno municipal así como otros organismos. Es importante mencionar que ha tenido una participación interesante la academia, cumpliendo con su principal función que es la de formar profesionales a partir de la solución de problemas reales, uno de los principios de la educación revolucionaria. Además ha participado la población, responsables de proyectos socioculturales y organizaciones sociales, los consejos populares y los delegados de las circunscripciones, entre otros.

Este PEDI 2030 es un instrumento de planificación de nuevo tipo que concilia un conjunto de herramientas fundamentales que permiten pautar el ordenamiento territorial y urbano así como el desarrollo integral del Centro Histórico, para hacerlo próspero y sostenible. Se mantienen los principios del desarrollo basado en la protección de la cultura y las tradiciones apoyando el beneficio al ser humano y, por tanto, a la población que habita el territorio.

Tanto a escala del centro histórico de La Habana como de la propia ciudad capital, se capacitan e implican las diferentes poblaciones para consolidar las comunidades resilientes. Éste también es uno de los factores importantes dentro de la prevención de desastres en la ciudad, que demuestra la preparación que tiene la población a partir de la atención, en este sentido, que da la Defensa Civil a todos los ciudadanos. Y obviamente, los resultados que muestran se relacionan con la continuidad de trabajo por más de cincuenta años en la capacitación continua de los funcionarios y profesionales que se desenvuelven en estos organismos así como la atención directa que se le da a la población tanto en tiempos de los eventos naturales como en tiempos normales. De este modo, se puede significar que en los últimos veinte años han sido mínimas las pérdidas de vidas humanas ante el paso de los eventos hidrometeorológicos que han acusado directamente a la ciudad.

 

¡POR LA HABANA, LO MÁS GRANDE!

Ésta es una convocatoria que se ha hecho para, de forma intencionada, apoyar la transformación de La Habana. Las acciones para consolidar este proyecto han sido comenzadas desde el 2017. De este modo, se ha organizado la ciudad a diversas escalas, a partir de tareas concretas orientadas en cada territorio, para celebrar los quinientos años de la fundación de la ciudad a celebrarse en noviembre del 2019.

Existe una Comisión Provincial, presidida por un vicepresidente del Consejo de la Administración Provincial y un amplio programa que incluye todos los sectores de desarrollo cultural y social de la capital.

Además, hay varias comisiones debido a la amplia complejidad y variedad de las tareas entre las que se pueden mencionar por ejemplo la de divulgación dedicada al diseño y ejecución de la promoción del quinientos aniversario, implicando también a los medios nacionales de la radio y televisión.

También está la Comisión de Cultura, la cual desarrolla múltiples actividades de manera sistemática en todos los territorios de la capital para enfatizar las tradiciones, costumbres, activar las tendencias de las diversas manifestaciones artísticas y facilitar el contacto directo de todos los artistas con la comunidad. También existe, por supuesto, una comisión dedicada a la rehabilitación de los sitios emblemáticos de la ciudad así como la construcción de nuevos lugares que potencien y resuelvan las necesidades locales diagnosticadas previamente.

Las empresas y entidades, cuadras, barrios, circunscripciones, consejos populares, municipios, personas individuales optarán por la condición «¡Por mi Habana 500!». Es un concurso participativo y popular donde se va a seleccionar el mejor en cuanto al cumplimiento del plan económico, el cuidado de la imagen y el entorno, la participación directa en las obras más sobresalientes del programa para el 500, haciendo hincapié, además, en los territorios y empresas libres de delitos e indisciplinas sociales y laborales.

Se han realizado múltiples propuestas de estrategias para la recuperación de La Habana. No sólo por parte de especialistas radicados en La Habana y en Cuba de modo general, sino también hay un marcado interés por la «capital de todos los cubanos», lo cual se demuestra en publicaciones de profesionales cubanos radicados en otros países o sencillamente de profesionales de otros países que, estando lejos, pretenden cambiar o hacer propuestas para «mejorar» o «cambiar» las condiciones del territorio.

Todas esas propuestas tienen, al menos, un punto en común y ése es la claridad meridiana de que La Habana es una ciudad importante llena de historias contadas y no contadas, que estuvo en su momento entre las cinco ciudades más importantes del mundo, junto a París y Nueva York, que ha sido declarada recientemente como Ciudad Maravilla y su centro histórico es Patrimonio de la Humanidad.