PAZ EN 1968
Entre los libros que aparecieron recientemente con motivo del 50 aniversario del movimiento estudiantil del 68, Octavio Paz en 1968: el año axial. Cartas y escritos sobre los movimientos estudiantiles es un hito entre esas publicaciones. Editado por Ángel Gilberto Adame y con prólogo de Enrique Krauze, se trata de una importante recopilación «de material epistolar escrito por Octavio Paz en el que se refiere a los movimientos estudiantiles en Francia y en México». No se recogen exclusivamente fragmentos de las cartas de aquel «año axial», pues la correspondencia incluye misivas de 1966 a 1970 y, en ella, podemos advertir el inicial entusiasmo de Paz en relación con los movimientos estudiantiles de esa época, pero también su propia revolución intelectual, que lo llevó a exigir, desde entonces, procesos realmente democráticos. El número de los corresponsales es vasto y, entre ellos, se encuentran, por mencionar a algunos, Juan Almela, Dore Ashton, Fernando Benítez, Antonio Carrillo Flores —el entonces secretario de Relaciones Exteriores de México— Carlos Fuentes, Pere Gimferrer, Jean-Clarence Lambert, James Laughlin, José Luis Martínez, Arnaldo Orfila, Emir Rodríguez Monegal, Vicente Rojo y Charles Tomlinson. Este volumen reúne, asimismo, varios de los escritos políticos que a propósito de los movimientos estudiantiles Paz escribió. A su vista, podemos observar cómo desde 1966 Paz reflexionó sobre «la rebelión de los jóvenes» —como se llama el primer extracto recogido—. Leemos también, en un arco que recorre más de tres decenios, que en 1997, un año antes de su muerte, el asunto de los movimientos estudiantiles y la democracia seguían preocupándole: «En 1968 comenzó a reaparecer en la superficie histórica un estado de espíritu que había permanecido semioculto: la parte más activa y pensante del país estaba cansada de la hegemonía del PRI y de su complemento, el sistema presidencialista. Pero los dirigentes del movimiento estudiantil fueron insensibles a este anhelo democrático: ellos querían la revolución social».

Octavio Paz ya no pude atestiguar, dos años después de su fallecimiento, la tan anhelada transición a la democracia. Quizá lo habría decepcionado o tal vez, lo más seguro, seguiría luchando incansablemente. Los documentos y las misivas recogidos en este importante volumen son una muestra valiosísima de aquel poderoso deseo.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]

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