En perfecta sincronía con estos artículos, entre junio y julio, Valle-Inclán concedió tres largas entrevistas a El Pueblo Gallego. En éstas se alejaba de los que veían agravios en la política del poder central, criticaba los tópicos galleguistas del momento y se explayaba en el carácter europeo de Galicia y en la beneficiosa influencia que el sistema nobiliario había desempeñado en el pasado. Cuando el periodista le pidió que precisase un modelo político y cultural, nuestro hombre no lo dudó ni un momento. Para él los hidalgos, los caballeros nobles, eran la clase social, ya desaparecida, más importante en la historia gallega, pues en ella se condensaban las virtudes gallegas por antonomasia.
Cada pazo era un foco de cultura y cada mayorazgo, una garantía de perpetuidad de los valores raciales. Los segundones en el mayorazgo escogían la carrera de las armas o eran magistrados o eclesiásticos. Los herederos conseguían fácilmente unas charreteras, corrían tierras y tenían sentimiento del honor y de las obligaciones de la sangre, sentido de fundación, de perpetuarse. Esta clase se ha perdido y no ha venido ninguna otra a sustituirla.
Aunque la declaración tuviese un inequívoco tono nostálgico, la suya era la nostalgia del pasadista, que seguía fiel a los códigos antiguos y a su juramento. Y, desde luego, al menos de manera subliminal, su propuesta de futuro era acabar con el caótico sistema de valores vigente, a través de una vuelta a los principios caballerescos. El tradicionalismo de nuestro hombre era irreductible. En aquella circunstancia, con el país en tensión política y social, no deja de ser significativo que Valle mirase al siglo xix, al fin y al cabo, su siglo; y aún más lejos, a ese pasado intemporal y legendario, estático e inalterable, que no se veía amenazado por los vientos de una inminente y arrasadora tormenta.
Nota. Todas las referencias bibliográficas y documentales citadas este artículo se pueden consultar en la bibliografía final de la obra Manuel Alberca, La espada y la palabra. Vida de Valle-Inclán, Barcelona, Tusquets, 2015.
Este artículo forma parte del proyecto de investigación «El mundo de ayer: la figura del escritor-periodista ante la crisis del nuevo humanismo (1918-1945)» (FFI2015-67751-P), financiado por el Ministerio de Economía y Competitividad.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]